Aunque cueste creerlo, hay muchos judíos que están frontalmente en contra del Estado de Israel basado en la fuerza y en la ocupación, y que oprime al pueblo árabe-palestino. Tanto los que viven por el mundo, como los que viven allí: intelectuales, artistas, gente de paz que desean la concordia y una vida más digna para todos y todas.

¿Por qué un pueblo que ha sufrido tanta discriminación, hostilidad y odio actúa de esa manera contra el pueblo palestino? Es ¡¡¡EL EFECTO BOOMERANG!!! Aguantar tanta violencia durante siglos les provocó una explosiva intransigencia.

Desde las primeras invasiones a Judea por Nabucodonosor II en el año 586 a.C., que produjo el primer exilio y diáspora judía, hasta el espantoso genocidio nazi, este pueblo no ha dejado de padecer un tremendo antijudaismo.

Sin embargo, la cultura judía ha aportado siempre mucho a la humanidad con sus avances científicos, sus inventos, su creatividad artística, sus grandes filósofos… e incluso nos dejó a Jesucristo (ya lo consideres hijo de Dios o maestro espiritual), quién transmitió y acrecentó la sabiduría pacifista hebrea, de la cual decía Salomón: “El odio despierta contiendas y el amor cubre todas las transgresiones”.

¿Por qué un pueblo tan valioso, que ha vivido y dejado vivir y al que le debemos tanto en la evolución del ser humano, ha suscitado tanto rechazo anterior a este Estado de Israel?

En España, tenemos experiencia sobre ello. Hay una gran descendencia judía, pues vinieron con los fenicios para mercadear, desde el siglo IX a.C., hasta el dominio del Islam. Con la ejemplar convivencia de las tres culturas, los sefardíes alcanzaron su máximo esplendor, cultivando con éxito las artes y las ciencias. Pero se les ataca porque decían que eran usureros, aunque solo una minoría se dedicó a la tesorería y préstamos por la prohibición islámica que impide a los musulmanes dedicarse a actividades financieras, caso similar para los cristianos que consideraban la actividad como impía. La realidad es que entre los judíos españoles, en el momento de su expulsión había clases, como en la sociedad cristiana o árabe, una pequeña minoría de hombres muy ricos y muy bien situados, junto a una masa de gente menuda: agricultores, artesanos, tenderos. Y los Reyes Católicos fueron los últimos de los soberanos de los grandes estados europeos occidentales en decretar la expulsión, porque eran conscientes de su valía para España, los protegieron y ampararon hasta el último momento, alentándolos en el último caso a su conversión para que no se fueran. Pero gran parte del pueblo promovió su expulsión, con un odio generado en la ENVIDIA CON MAYÚSCULAS; por su capacidad de trabajo, sus logros profesionales y su autosuficiencia.

Ya en el S.XX, después del atroz trato vejatorio recibido por la locura hitleriana, sintieron más que nunca la necesidad de volver a su propia tierra buscando seguridad y protegerse como pueblo.

Pero, como dice una de las líderes de Mujeres Activas por la Paz en Israel: “Los hombres nos han demostrado que lo están haciendo mal, crean más conflictos que soluciones”. Este movimiento nació en el 2014, durante la guerra entre Hamás e Israel llamada por este último Operación Margen Protector, en la que 73 israelíes y 2.200 palestinos murieron en los 50 días de conflicto. Se trata de un grupo de mujeres, de todo el espectro político y social: desde judías izquierdistas, colonas de melena cubierta, musulmanas practicantes, judías sionistas de derechas, palestinas ateas… que reúne ya a más 30,000 socias en Israel y los territorios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). Y se están adhiriendo mujeres de más países en su apoyo, convencidas de que la solución del conflicto está en sus manos y no en las de los políticos. Van a diario al parlamento para presionar y exigir a los políticos un acuerdo de paz beneficioso para ambas partes. Las israelíes, porque a pesar de su status económico, están hartas de tener hijos/ as-soldados y las palestinas desgarradas de dolor por tanto años de luchas, miserias y muertes.

Como diría Charles Chaplin: ¡Uníos a ellas judías, judíos y personas de buena voluntad del mundo, Apoyadlas!, son como un río de esperanza para aplacar estos dos continuos fuegos y lograr un necesario consenso, por el bien de ambos pueblos y de la humanidad, ya que de seguir así, van a ocasionar un gravísimo conflicto internacional. ¡Nunca entenderé, porque un pueblo tan valioso, que ha vivido y dejado vivir y al que le debemos tanto en la evolución del ser humano, ha suscitado tanto odio, anterior a este Estado de Israel!

Un artículo de Aurora Cazorla Ríos.

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Aunque cueste creerlo, hay muchos judíos que están frontalmente en contra del Estado de Israel basado en la fuerza y en la ocupación, y que oprime al pueblo árabe-palestino. Tanto los que viven por el mundo, como los que viven allí: intelectuales, artistas, gente de paz que desean la...