Estudié para trabajar de Auxiliar de Administrativo, pero después pensé que estudiar Filosofía me iba a ser más útil en la VIDA. Hice un Master en Educación porque me lo exigían para poder desarrollar mi vocación docente de forma digna, ese momento aún está por llegar.

Ha habido momentos, dentro de mi vida laboral, que he trabajado de lo que me gusta, docente, educador social… pero lo que caracteriza mi vida laboral, al igual que a muchas personas de mi generación, es la multitud de trabajos que he tenido (azucarera, gasolinera, lavadero de coches, vendimia, encuadernación de agendas, encuestas, formador en resolución de conflictos, coordinador de proyectos europeos de juventud…) y la precariedad de todos ellos.

Desde los 17 años, una constante en mi vida ha sido mi implicación en distintos movimientos sociales. Desde la primera línea en la lucha por un Campus Universitario en Jerez, hasta el movimiento vecinal, pasando por el sindicalismo sin subvenciones, 15M, movilidad sostenible, lucha por una vivienda digna, movimiento estudiantil, asamblea anti-saqueo, agroecología, consumo responsable… Soy una persona tranquila, pero con muchas inquietudes.

Creo que ha llegado el momento en el que la ciudadanía se tiene que organizar, no sólo para presionar a los políticos, sino para dirigir nosotros mismos las instituciones públicas y dejar de ser mercancía en manos de políticos y banqueros.